Este refugio es uno de los sitios más investigados en Costa Rica, el laboratorio vivo del Dr. Alexander Skutch, quien estudió la ecología de su finca por más de 60 años.
 
Skutch menciona en su libro: Un naturalista en Costa Rica, «anhelaba un sitio donde pudiese estudiar la vida de la naturaleza a mis anchas sin ser interrumpido por nadie ni sentirme un intruso». Y este sitio guarda una filosofía de vida que lleva a las personas visitantes hacia la reflexión sobre la obra del Dr.  Skutch, un filósofo, naturalista, botánico y ornitólogo por dedicación. Con más de 35 libros y 300 artículos, estableció paralelismos entre seres humanos y la naturaleza. Este bosque conserva la esencia del Naturalista y su sentido de apreciación.

El petroglifo ubicado en el Refugio de Aves Dr Alexander Skutch-Los Cusingos fue reportado como un sitio arqueológico por el investigador R. Drolet. en 1986. Posteriormente, es documentado dentro de un trabajo de clasificación de petroglifos dirigido por Zilberg (1986). La información relacionada con el mismo es aún muy escasa, y a pesar de que por su diseño se ha asociado al período Chiriquí (800- 1500 d.C.) aún no se cuenta con materiales directamente asociados al mismo ni con información sobre el contexto inmediato en el que se encuentra.
 
Entre los motivos grabados se repite ocho veces las imagenes de saurios, esto no es común en los petroglifos, pero sí en la iconografía de la cerámica y el oro. Estos animales se han relacionado en distintos estudios realizados con el inframundo y Sibö.
 
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Es uno de los “hotspots” de observación de aves más importantes de la zona sur de Costa Rica, en donde cerca de 80 especies de plantas nativas y exóticas atraen una gran diversidad de avifauna. 
 
Fue uno de los sitios predilectos de Alexander Skutch para realizar sus investigaciones sobre las aves, considerando la variedad en colores, tamaños, formas, olores y sabores de las flores, frutos y semillas disponibles en el jardín.
 
Los jardines también son frecuentados por guatusas, pizotes, tropas de monos carablanca y otros mamíferos, que aprovechan de las frutas y llenan de vida el jardín. Además, es posible observar desde una gran colonia de zompopas, colores contrastantes de las mariposas “morpho azul” y hasta una de las orquídeas más pequeñas del mundo (Plastystele tica) en nuestro módulo de orquídeas nativas.